El presidente de Chile, Gabriel Boric, debe comenzar este mismo lunes la búsqueda de un nuevo proceso para reformar la Constitución vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) tras el rechazo masivo a un nuevo texto considerado demasiado radical por una parte importante de la población.
La resaca electoral tras el referéndum del domingo dejó un mensaje claro de la ciudadanía: la propuesta de Carta Magna elaborada por una Convención Constitucional, formada por 154 constituyentes elegidos de forma paritaria y con escaños indígenas reservados, no convenció a la población.
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El “Rechazo” se impuso con 61,86 % de los votos frente al 38,14 % del “Apruebo”, tras escrutarse más del 99,99 % de los sufragios.
Fue una jornada con una participación histórica de casi 13 millones de electores de un total de 15,1 millones convocados a votar de forma obligatoria.Abecé para entender la jornada del domingo y lo que viene tras el triunfo del rechazo.
¿Por qué se celebró el plebiscito?
La realización del referéndum sobre una nueva Carta Magna surgió tras la gran revuelta social de 2019 que vivió Chile en reclamo de mayor justicia social.
En aquel momento, los sectores lograron un acuerdo consensuado tras un mes de movilizaciones callejeras pacíficas, actos de extrema violencia y dura represión policial, que incluía la celebración de un plebiscito que por primera vez en la historia de
Chile sería obligatorio para todos los ciudadanos mayores de edad, sin necesidad de inscripción previa en un patrón.
El 25 de octubre de 2020, en plena pandemia, los chilenos fueron convocados a las urnas por primera vez por el Gobierno del presidente conservador Sebastián Piñera para decidir si querían cambiar la actual Constitución, escrita en 1980 por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989) y parcialmente reformada en 2005 bajo el presidente socialista Ricardo Lagos.
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Manifestación del pasado 18 de octubre en conmemoración del estallido social que surgió en octubre del 2019 en Chile.
Martín Bernetti. AFP
Un 78 % de los votantes optó por el sí en una consulta en la que apenas participó el 50 % de la población y en la que se decidió, asimismo, que el nuevo texto lo elaborara una convención “ad hoc” elegida igualmente en las urnas.
En mayo de 2021m los chilenos volvieron a las urnas para elegir a los 155 integrantes de la convención que debía ser paritaria y que debía reservar asimismo 17 puestos a los pueblos indígenas, que representan cerca del 13 % del pueblo chileno.
En julio, la Constituyente cumplió con el plazo de nueve meses prorrogable a un año para presentar un borrador de texto constitucional, pese a las polémicas, el ruido y las críticas de las derecha, que apenas logró representación entre los constituyentes.
¿Por qué el contenido generó tanta polémica?
El proyecto mantenía una economía de mercado, pero aspiraba a consagrar un nuevo catálogo de derechos sociales en materia de salud, aborto, educación y pensiones, con énfasis medioambiental y una “plurinacionalidad” indígena.
El texto de 388 artículo fue considerado de vanguardia, pero varios analistas advirtieron que contenía también propuestas que parte de la población consideró demasiado radicales y generaron temor, sobre todo en lo político.
“Existían ciertos contenidos dentro de la propuesta de texto constitucional que generaban resistencia de amplios sectores de la sociedad y aumentaba los niveles de temor e incertidumbre”, dijo Marcelo Mella, politólogo de la Universidad de Santiago.
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Mella destacó sobre todo el cambio al sistema político que proponía el texto, que eliminaba el Senado y establecía en su lugar una Cámara de las Regiones para evaluar leyes “de acuerdo regional”.
Muchos vieron en esta medida el peligro de una pérdida del poder de veto de la oposición.
Otras propuestas polémicas que contenía el texto fueron la “plurinacionalidad” indígena, el derecho al aborto y considerar el agua y la salud como derechos humanos.
“Es muy ‘millenial’ una parte de la Constitución y esos valores ‘millenials’ no son la demanda de la parte más tradicional”, dijo por su parte la socióloga Marta Lagos.
¿Qué papel jugó la convención constitucional en el ‘rechazo’?
El texto fue escrito por la convención de 154 miembros, pero esta operó con mucha polémica desde su instalación en julio de 2021. La propia sesión inaugural fue interrumpida varias veces por protestas de los integrantes.
“Más que el resultado del texto en sí mismo lo que la gente venía evaluando mal desde [hace] varias semanas era la manera en que se había desarrollado este proceso”, explicó a la AFP el analista de la Universidad Central Marco Moreno, que describió “excesos” y “mala conducta de muchos convencionales”.

Sede de la Convención Constitucional, organismo encargado de la redacción de la nueva Constitución de Chile.
¿El ‘rechazo’ fue también un voto castigo a Boric?
Boric, que asumió el 11 de marzo, ha visto caer rápidamente a 38 % la evaluación de su gestión, el mismo porcentaje que obtuvo el “Apruebo”.
Con un gobierno muy activo y acusaciones por parte de la oposición de intervencionismo electoral, el resultado del plebiscito quedó ligado al desempeño del mandatario.
“Hay un voto castigo importante que hay que tener en cuenta”, dice Moreno.
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¿Pesó también la situación económica del país?
Tras un crecimiento récord del 11,7 % en 2021, apoyado en los retiros anticipados de los fondos de pensiones y ayudas estatales para enfrentar la pandemia, la economía de Chile entró en una fase de desaceleración y alta inflación (13 % anual) que también pudo influir.
“Cuando nuestro país decide abrir el proceso constituyente (…) no tenía el nivel de crisis económica que tiene el país hoy. Entonces, las mismas personas pueden tener una evaluación de riesgo que es distinta, cambiando las condiciones económicas de manera tan dramática”, agrega Marcelo Mella.
¿En dónde ganó el ‘rechazo’?
El domingo, el “Rechazo” al nuevo texto se impuso en las 16 regiones del país, incluidas la Metropolitana la Comisión para el esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repeticiónque alberga la capital y la costera Valparaíso, donde ganó contra todo pronóstico con el 55,4 % y el 57,6 %, respectivamente.
En regiones del centro sur como Ñuble, Araucanía o Maule, el “Rechazo” se impuso por más del 70 %, sacándole hasta 30 puntos al “Apruebo”.
Apenas en 8 de 346 municipios en el país austral hubo mayoría en favor de la propuesta constitucional.
El “Apruebo” venció también en el voto desde el extranjero, donde casi 100.000 chilenos estaba llamados a las urnas, en este caso de forma voluntaria.

Promotores del ‘Rechazo’ al plebiscito constitucional se reunieron a la espera de los resultados.
Elvis González. EFE
¿Se esperaba esta victoria contundente del ‘rechazo’?
Todas los sondeos daban por ganador al “Rechazo” pero ninguna anticipó la gran diferencia, atribuida por analistas a la llamada “espiral del silencio”, que se da cuando por miedo o recelo los votantes no dan a conocer su posición a los encuestadores.
En este caso, con voto obligatorio y la votación de más de 13 millones de votantes (sobre un padrón de 15 millones), se estima que las encuestas y los estudios de opinión no consideraron a unos tres millones de electores.
Ninguna encuesta ni estudio esperaba tampoco que se registrara tan alta participación, cercana al 80 %. Votaron “prácticamente todos los que tenían que votar” y “eso no estaba en ningún análisis”, dice Moreno.
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¿Qué pasará tras el triunfo del ‘rechazo’?
La única certeza es que con el resultado Chile mantiene como marco legal la actual Carta Magna, escrita en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y reformada de forma parcial en democracia.
El artículo 142 del actual texto fundamental, referido al plebiscito constitucional, señala que “si la cuestión planteada al electorado en el plebiscito ratificatorio fuere rechazada, continuará vigente la presente Constitución”.
“Con el triunfo del ‘rechazo’ seguimos con la misma Constitución y dependemos de la voluntad del Congreso para continuar o no con el proceso”, dice a Efe la académica del Instituto de Ciencia Política de la Universidad Católica Julieta Suárez-Cao.
¿Se hará entonces una nueva Constitución?
En ese sentido, pese a que con el triunfo aplastante en contra de la propuesta constitucional, la actual Carta Magna elaborada en 1980 sigue vigente, la mayoría de votantes, líderes políticos y organizaciones sociales coinciden en que Chile quiere una nueva Constitución.
Como ya lo había adelantado semanas atrás, Boric se comprometió de inmediato a impulsar rápidamente un nuevo proceso constituyente que tocará a los legisladores dirigir.
“Encontrar un camino rápido hacia adelante beneficiaría al gobierno, que ha recibido un duro golpe de los resultados de anoche”, afirmó Mariano Machado, analista de riesgos de Verisk Maplecorf.
¿Qué opciones hay para hacerlo?
Las semanas previas al plebiscito se pusieron encima de la mesa varias alternativas ante la posibilidad de llegar a este escenario, tal y como proyectaron las encuestas.
Hace tres semanas, el Congreso aprobó una norma que facilitaría ese camino ya que reduce el quórum de 2/3 a 4/7 para poder hacer reformas a la carta magna actual. Es por eso que en caso de mantener la idea de redactar un nuevo texto, otras opciones pasan, por ahora, por el Congreso o un Comité de Expertos.
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Las opciones van desde reiniciar un proceso constituyente completo hasta reformas fragmentarias a través del Congreso
Dentro del conjunto de partidos que ha defendido el ‘rechazo’, que abarcan desde la extrema derecha hasta la centro-izquierda, no hay unanimidad o consenso de cómo continuar el proceso ni a través de qué mecanismo hacerlo.
“Las opciones van desde reiniciar un proceso constituyente completo hasta reformas fragmentarias a través del Congreso. Un término medio, en el que un comité especializado asesoraría al Congreso, está ganando terreno”, concreta Machado.
“Hay que ponerse de acuerdo en cómo puede ser este nuevo proceso electoral. Boric ya ha mostrado una apertura con eso, que no existía de ninguna manera en el comienzo”, añade el director de la encuestadora Tresquintos, Kenneth Bunquer.
¿Habrá un consenso entre los sectores?
Las diferencias entre los sectores le pondrán más dificultades al proceso. “Dado el nivel de incertidumbre y la distancia ideológica entre los campos, es muy probable que haya un punto muerto en la búsqueda de un “plan B”‘, señala al respecto Machado.
Justamente, en su mensaje a la nación, con tono sereno, Boric llamó a las fuerzas políticas a “poner a Chile por delante”.
El presidente de 36 años aseguró que para atender las demandas reclamadas en las calles, “el Congreso Nacional deberá ser el gran protagonista”.
El Parlamento con sede en Valparaíso está integrado en un 50 % por la derecha. El resto se reparte entre independientes, socialistas y democratacristianos, también fraccionados en este proceso constituyente.
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¿Cómo impacta el resultado a Gabriel Boric?
Y es que la consulta significó un duro revés para el gobierno y un nuevo impulso para la alicaída derecha chilena, cuyo liderazgo político reapareció tan pronto se anunciaron los resultados.
Expertos y analistas coinciden en señalar que el resultado perjudica al presidente y a su ejecutivo. “Es un fuerte golpe para el primer año del Gobierno de Boric, quien decidió apostar su capital político por el ‘apruebo’”, dice Araya.
“Será muy complejo implementar el programa gubernamental y mantener la unidad y estabilidad en la coalición de gobierno”, añade.

Gabriel Boric, presidente de Chile.
De hecho, la contundente derrota en las urnas del proyecto de nueva Constitución en
Chile llevó al presidente Gabriel Boric a anunciar “prontos ajustes” en su gobierno.
El presidente adelantó este domingo que para “hacer frente a estos importantes y urgentes desafíos requerirá prontos ajustes en nuestros equipos de gobierno para enfrentar este nuevo período con renovados bríos”.
En ese eventual cambio de gabinete suena el nombre de Izkia Siches, ministra del Interior.
REDACCIÓN INTERNACIONAL
*Con información de AFP y EFE
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