Colombia está en proceso de construir su primer política exterior con enfoque de género. Se trata de uno de los principales objetivos del Ministerio de Relaciones Exteriores que quedó consagrado en el Plan Nacional de Desarrollo.
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En el marco de este proceso, la asesora de género de la Cancillería Diana Parra ha liderado algunas actividades para recoger experiencias internacionales de las cuales el país puede aprender.
La semana pasada, justamente, en el país estuvo de visita Jacqueline O’Neill, embajadora de Canadá para la Mujer, Paz y Seguridad. Ese país se ha convertido en un referente mundial en lo que tiene que ver con la política exterior feminista.
O’Neill, en diálogo con EL TIEMPO, hizo un balance de su visita; destacó los esfuerzos que se están haciendo en Colombia en ese sentido y explicó los puntos en los que Canadá apoyará al país durante el proceso.

Embajadora Jacqueline O’Neill en Colombia.
Embajada de Canadá
¿Qué puede aprender Colombia de la política exterior feminista de Canadá?
Colombia está elaborando una política que es exclusivamente colombiana, basada en sus necesidades y prioridades. Aun así, hay tan pocos países con políticas exteriores feministas que estamos aprendiendo mucho unos de otros. Canadá está feliz cada vez que un país dice que está planeando implementar una política exterior feminista porque significa una comunidad más grande con la que podemos intercambiar.
¿Qué otros países están tomando esa ruta?
México y Chile también tienen políticas exteriores feministas, y hay otros debates en otros países de las Américas. Canadá considera que se trata de una gran oportunidad para entablar más debates regionales, que pueden ser los más significativos.
A menudo, las experiencias más útiles que podemos compartir están relacionadas con el proceso de desarrollo inclusivo de una nueva política, incluida la descripción de las formas en que nos hemos quedado cortos o hemos cometido errores.
Incluso podemos aprender unos de otros sobre la forma de hablar de políticas exteriores feministas y de conseguir apoyo en nuestro gobierno y entre la población. “Feminista” es un término cargado y complejo en todo el mundo: la gente tiene diferentes y a menudo fuertes suposiciones sobre lo que significa. En Canadá, la mayoría de la gente está de acuerdo cuando se explica con más detalle cuáles son sus objetivos y qué incluye, pero es difícil hacerlo.
Estamos deseando aprender de la forma en que Colombia aborda esta cuestión, en concreto cómo se comunica el gobierno con los colombianos acerca de esta política.
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¿Cómo se ha convertido Canadá en un referente en política exterior feminista?
Canadá fue uno de los primeros países en comprometerse a tener una política exterior feminista. Suecia fue el primero, y aprendimos mucho de ellos. Incluso antes de anunciar nuestra política exterior feminista, ya teníamos en marcha una Política Feminista de Ayuda Internacional, que reconoce que apoyar la igualdad de género y la capacitación de las mujeres y las niñas es la mejor manera de construir un mundo más pacífico, más inclusivo y más próspero. Así que teníamos esa experiencia desarrollando una política feminista.
Al igual que Colombia, Canadá también cuenta ya con una serie de políticas conexas que contribuyen a sentar las bases de nuestra política exterior feminista. Por ejemplo, contamos con un Plan de Acción Nacional sobre Mujeres, Paz y Seguridad desde hace 12 años. También hemos sido el primer país del G20 en negociar capítulos en los acuerdos comerciales que abordan la igualdad de género. Hay capítulos en nuestros acuerdos comerciales con Chile y Uruguay, por ejemplo.
¿Cómo ve el proceso de construcción de esta política exterior feminista en Colombia?
En primer lugar, anunciar la intención de desarrollar una política exterior con un enfoque feminista es un paso valiente; hacerlo es una señal de apoyo a los derechos de las mujeres y de las personas LGBTIQ+.
También es una señal importante de Colombia para la gente de todo el mundo, porque estamos viendo un retroceso en los derechos de las mujeres y un aumento de los ataques contra las defensoras de los derechos humanos en todo el mundo.
De nuestras reuniones con funcionarios colombianos se desprende claramente que hay un fuerte deseo e intención de ser inclusivos en la redacción de la política, de incluir los aportes de diversos grupos, incluidos los pueblos indígenas, los afrocolombianos, las colombianas de las zonas rurales y otros. Acojo con satisfacción el amplio proceso de consulta que se está llevando a cabo con mujeres líderes y representantes de la sociedad civil. Son fundamentales para que cualquier política sea eficaz.
También supimos de la intención del gobierno colombiano de identificar claramente las funciones y responsabilidades de quienes implementan la política. Los funcionarios dejaron claro que no quieren limitarse a elaborar una filosofía amplia, sino hacerla específica y procesable.
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¿En qué aspectos apoyará Canadá a Colombia en este proceso de política exterior feminista?

Embajadora O’Neill con la organización OFP Mujeres.
Embajada de Canadá
Seguiremos apoyándonos a través del aprendizaje mutuo, como lo hacemos en muchos otros temas. La política exterior feminista de Canadá siempre está evolucionando y esperamos que Colombia apoye a Canadá compartiendo sus propias experiencias y mostrando cómo están respondiendo a algunos de los desafíos que ambos enfrentamos, incluyendo la crisis climática, las amenazas cibernéticas, entre otros.
También seguiremos garantizando que la igualdad de género siga estando en el centro de nuestra programación de cooperación internacional en Colombia. Canadá ya es uno de los principales donantes en cuestiones de género en el país. Para avanzar en la igualdad de género, Canadá está trabajando con las principales partes interesadas para hacer frente a la pobreza, consolidar la paz, fortalecer la voz y el liderazgo de las mujeres, el empoderamiento económico y los servicios de salud sexual y reproductiva para las poblaciones vulnerables, migrantes y refugiadas.
También estamos apoyando activamente la elaboración del primer Plan de Acción Nacional sobre Mujeres, Paz y Seguridad de Colombia, facilitando la participación esencial de las mujeres de la sociedad civil en los distintos foros organizados por el gobierno y ONU Mujeres.
Como presidentes de la Mesa de Género para 2023-2024, Canadá también está ayudando a coordinar los esfuerzos de la cooperación internacional, para que estén lo más alineados posible con las prioridades del gobierno colombiano.
Seguiremos buscando otras formas de apoyar a Colombia y a su sociedad civil. Durante mi visita, tuve el honor de entregar el Premio de la Ministra de Asuntos Exteriores de Canadá a la Mujer, la Paz y la Seguridad a la Organización Femenina Popular (OFP) de Barrancabermeja para reconocer la importante labor que vienen desempeñando.
¿Qué medidas son fundamentales para el éxito de la construcción de la política exterior feminista en Colombia?
Para cualquier país es importante que haya coherencia entre la política interior y la exterior. Deben reforzarse mutuamente. También es importante que abarque una amplia gama de elementos: diplomáticos, comerciales, de desarrollo, de seguridad, consulares, etc.
¿Qué conclusiones le deja la reunión que mantuvo con Diana Parra, asesora de Género de la Cancillería de Colombia?
Ella y su equipo transmitieron un fuerte deseo de aprender de las experiencias de otros países, pero también de asegurarse de que la política exterior feminista de Colombia esté nutrida por diversos grupos y totalmente centrada en las necesidades y prioridades de Colombia.
Aura Saavedra
REDACCIÓN POLÍTICA
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