El Fenómeno de El Niño tiene entre un 89 y un 94 por ciento de probabilidad de desarrollo para el segundo semestre de año, según el Centro de Predicción Climática de la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera de los Estados Unidos.
Lo anterior supone un aumento significativo en las temperaturas del país y escasez de agua en algunas de sus regiones, lo que a su vez, según el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS), llevará a la economía colombiana a afrontar pérdidas de más de 3,7 billones en la productividad laboral.
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Para determinar esta cifra, la entidad tomó como referencia el análisis de 2019 realizado por el Banco Mundial, que midió el impacto de las sequías sobre las horas trabajadas e ingresos de los trabajadores del sector formal e informal en las principales ciudades de América Latina, incluyendo 22 de Colombia.
Como primer hallazgo, encontraron que el aumento de la temperatura generaba fatiga mental o física, náuseas, aceleración del pulso cardiaco y otros síntomas. Además, las altas temperaturas podían afectar la concentración, la coordinación y la toma de decisiones.
Por ello y a partir de estas afectaciones, el estudio expuso que los periodos de sequía producían una disminución del 0,6 por ciento en las horas laborales de los trabajadores formales. Por su parte, en los informales la caída era peor, con un 4,5 por ciento. Esto generaba una pérdida del 6,4 por ciento en sus ingresos mensuales.
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El trabajador informal es el más afectado en periodos de sequía.
Teniendo en cuenta esta información y para el caso colombiano, el Consejo tomó datos del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana sobre el salario promedio mensual del sector formal e informal; esto es 2.098.239 de pesos y 901.246, respectivamente.
Además, usó los datos de población ocupada en abril de 2023 del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane ); 6’734.431 trabajadores formales y 4’996.626 informales.
De esta forma, estimaron que la población ocupada informal dejaría de percibir 2,88 billones de pesos, mientras que las pérdidas para el sector formal alcanzarían los 838 mil millones; es decir, un total de más de 3,7 billones de pesos.
Desde la entidad señalan que el impacto podría ser incluso mayor, puesto que, el análisis solo incluyó a las principales ciudades del país, lo que evidentemente deja por fuera a pequeños y medianos territorios.
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La población ocupada informal dejaría de percibir 2,88 billones de pesos.
Vanexa Romero/El Tiempo
es motivo de preocupación ya que dificulta aún más los esfuerzos para reducir la pobreza
“La reducción del 6,4 por ciento en los ingresos laborales de los trabajadores informales durante las sequías es motivo de preocupación ya que dificulta aún más los esfuerzos para reducir la pobreza, especialmente en el contexto actual”, afirma Adriana Solano Luque, presidenta ejecutiva del Consejo Colombiano de Seguridad.
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Las ocupaciones que serán más afectadas
La entidad también destaca que aunque las afectaciones son para trabajadores de diferentes sectores, hay algunas ocupaciones que enfrentan mayores riesgos debido a la intensidad física que requieren o al hecho de ser desempeñadas al aire libre.
“Algunos ejemplos incluyen la agricultura, los servicios ambientales, la construcción, la recolección de residuos, el transporte y el turismo, muchos de los cuales concentran una gran proporción de mano de obra informal”, explican en un comunicado.
Lo mismo ocurre en el sector formal. Aquellos trabajadores que están en espacios cerrados como fábricas e incluso oficinas enfrentarán riesgos si los niveles de temperatura no son controlados adecuadamente.
Lo anterior implica que las empresas podrían experimentar una escasez de mano de obra por las áreas mal condicionadas en donde las personas no estén dispuestas a trabajar por el salario actual que devengan, según la entidad.
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Las actividades que se desarrollan al aire libre son las más impactadas por El Niño.
John Bonilla/ EL TIEMPO
Un llamado a la adaptación
Es fundamental adaptarse para proteger la salud de los trabajadores
Teniendo en cuenta todo este escenario, desde la CCS señalan que es importante entender las dinámicas de este fenómeno con el fin de proteger la economía y salud de los trabajadores.
“Entender los potenciales impactos de la llegada del Fenómeno de El Niño nos permitirá generar acciones oportunas. Es fundamental adaptarse para proteger la salud de los trabajadores. Hacerlo no solo es ético, sino también beneficioso para la productividad y el ambiente laboral”, indicó Adriana Solano.
Además, señalan algunos aspectos que se deberán tener en cuenta para adaptarse precisamente al cambio climático. Entre estos está la planificación de operaciones, identificación de riesgos emergentes, rediseño de productos y producción más sostenible y el desarrollo de instrumentos financieros o de transferencia del riesgo que permitan financiar los procesos de reducción del riesgo.
JUAN DAVID CANO LOPERA
Escuela de Periodismo Multimedia EL TIEMPO
REDACCIÓN ECONOMÍA
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