Si bien el Gobierno entrante oficializó su intención de que las relaciones comerciales de Colombia con Venezuela vuelvan a tomar forma y se restablezcan, las reglas de juego para hacerlo no están definidas.
Empresarios y gremios consultados por Portafolio expresaron optimismo e, incluso, algunos creen que deben ir preparando su capacidad productiva y logística para aprovecharla.
Sin embargo, en medio de la expectativa algunos advierten que hay que esperar bajo qué condiciones se retomará la dinámica comercial con el vecino país porque del pasado quedaron pérdidas y sinsabores.
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En el sector del calzado y el cuero los empresarios confían en que a finales de este año o comienzos del 2023 se reactiven los negocios con el vecino país.
Compañías de alimentos, la industria del calzado, la construcción y las pymes están atentas para volver a hacer negocios en el vecino país. David Ararat, presidente de Cerámica Italia, basada en Cúcuta, comenta que esa empresa nació hace casi 40 años y que su vocación ha sido binacional.
Cree que todavía no hay claridad sobre la magnitud del mercado en este momento en Venezuela, pero seguramente irá a mejorar poco a poco y es una expectativa positiva no solamente para Cerámica Italia, sino para toda la ciudad.
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Sobre cómo alistarse para entrar nuevamente dice que eso se debe hacer “no solamente ampliando capacidades sino mirando qué está vigente de la red comercial, qué instalaciones logísticas hay y cómo sería el tema de los pagos porque, por la experiencia anterior para mucha gente es sabido el tema de los impagos que hubo en Venezuela”, explica.
Venezuela fue históricamente un socio de negocios de Colombia.
“El problema no fue solamente el cierre de la frontera como tal, sino el deterioro de los canales de pago… En un momento determinado los canales de pago se complicaron mucho. Eso fue lo que comenzó a deteriorar el comercio”, recuerda. “Esos temas son los que hay que resolver pero el mercado está ahí”, comenta el empresario.
Otras industrias
En Aldor, la compañía de dulces del Valle reconocida porque en su portafolio están marcas como Frunas y Trolli, analizan las oportunidades que se abren con Venezuela, tras el anuncio de la entrante administración de Gustavo Petro, según su gerente Leonardo Aljure.
La tradición de la agroindustria de vender al mercado venezolano también se retomaría. Álvaro Hernán Ruiz, de Arroz Supremo, plantea que Venezuela se puede sumar al plan de que el país se vuelva exportador de este producto.
Unido al anuncio presidencial, Arroz Supremo instaló un molino en la Zona Franca Casafranca, en el Casanare, por lo que el punto le resulta estratégico para llevar sus productos al vecino país. “Estamos más o menos a la misma distancia de la costa que lo que podemos estar de Venezuela, lo cual es una ventaja competitiva”, resalta.
Willian Parrado, director de Investigaciones Económicas y Proyectos de Acicam comenta que “en el pasado Venezuela era el principal socio comercial de Colombia y el principal destino de las exportaciones de cuero, calzado y marroquinería, pero en la actualidad las ventas a este país ocupan el lugar 19 dentro de los destinos de ventas en el exterior.
Sobre las condiciones que se requieren para entrar, comentó que en la medida en que Venezuela siga la senda de la dolarización de su economía, esto traerá mayor estabilidad en especial en las regiones fronterizas donde hacen más intercambios comerciales.
“Desde Acicam aplaudimos la iniciativa del presidente electo Gustavo Petro… buscaremos que nuestra industria esté preparada en el momento que se de la apertura de la frontera”, dijo el vocero de Acicam.
Mientras tanto, la directora ejecutiva de Acopi, Rosmery Quintero, también expresa expectativa sobre una reactivación de las relaciones comerciales con Venezuela.
“Frente a una reapertura comercial, estamos a la expectativa sobre las condiciones que implicarían los acuerdos comerciales, en los cuales, se espera que se beneficien gradualmente ambos países”, puntualizó.
Pendiente de la evolución del mercado
Carlos Pacheco, de Pepsico Colombia, indica que “nunca hemos abandonado el mercado venezolano. “Tenemos una planta en Santa Cruz de Aragua produciendo cerca de 700 toneladas mensuales para ese mercado. Y tenemos otra planta que por la coyuntura está cerrada, pero allí están ‘los hierros’”, dice.
Agrega que “sí estamos viendo un repunte, en especial por la apertura comercial con Colombia que pareciera que va a ser un hecho en los próximos meses. Vemos oportunidades de crecimiento para la región, vía Venezuela, obviamente con todo el cuidado que hay que tener con un mercado como ese porque cualquier decisión puede volvernos atrás. Pero la expectativa es positiva”, concluyen.
CONSTANZA GÓMEZ G.
Portafolio
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