La balanza sobre la conveniencia de una eventual alianza entre Ecopetrol con Pdvsa, la petrolera venezolana, se inclina más por el no que por el sí. Por lo menos, en opinión de algunos exministros de Minas, economistas y expertos del sector, quienes están viendo que desde el punto estratégico para la compañía colombiana y el país no hay razones de peso para llevarla a cabo.
Ven, por ejemplo, algo de contradicción en la política energética del presidente Gustavo Petro al querer invertir en exploración en el vecino país cuando en Colombia busca marchitar lo más pronto posible los combustibles fósiles, por lo que consideran que ese interés podría obedecer más a un tema de afinidad política entre ambos Gobiernos, lo cual no es suficiente.
Según los consultados, no hay garantías suficientes de que Venezuela cumpla con lo que se pueda pactar a futuro y la experiencia del pasado ha demostrado lo contrario, pero además Pdvsa ya no tiene la fortaleza productiva ni operativa del pasado, a lo cual se le suman las sanciones que pesan sobre el vecino país y la petrolera, así como el tema medioambiental que no es muy bueno en la actualidad.
“Hacer depender el gas para 11 millones de familias colombianas de una empresa tan poco confiable es un riesgo muy alto. Aparte de que nos deja en una muy poco recomendable dependencia energética con Venezuela. Allá están los cubanos, los rusos, los iranís y los chinos. No creo que Colombia quiera depender de un país con influencias tan complejas”, señaló Juan Carlos Echeverry, expresidente de Ecopetrol.
No son los únicos interrogantes que debe resolver la petrolera colombiana antes de dar un paso en dirección a una alianza con su homóloga venezolana.
Para Thomás González Estrada, exministro de Minas y Energía (2014-2016), esto va más allá del potencial que tiene Pdvsa desde el punto de vista de sus reservas de petróleo y gas, eso pasa por las condiciones actuales de la compañía, que son muy inferiores a las de una década atrás cuando su producción era de 3 millones de barriles diarios.
Hoy, dice el exministro, no cuenta con la mano de obra experta y calificada, su infraestructura no está suficientemente atendida y modernizada, mientras que el país no brinda las garantías suficientes de que a futuro, si surgen nuevos inconvenientes, cumpla con lo pactado, que luego se puedan traer los recursos y la energía. “Si Ecopetrol no contesta esos interrogantes sobre la certidumbre de hacer esa inversión, sería muy prematuro y arriesgado meterse”, dice.
Esta sería una alianza de largo plazo, lo que implicaría tener que hacer un análisis muy profundo sobre sus alcances e implicaciones futuras. Para Julio César Vera, presidente de Fundación XUA Energy, más allá de las condiciones legales que implica una alianza de esta naturaleza. “Es una de cisión en la que tiene que primar el carácter técnico, económico, financiero y no el político, es decir, debe ser un negocio viable”, dijo, al tiempo que aclaró que desde el punto de vista de rentabilidades esperadas sería mejor invertir en Colombia.
En ello coincide César Loza, presidente de la USO, sindicato de la petrolera colombiana, quien señaló esta semana que no se puede desinvertir en Colombia, para invertir en otro país y que se debe garantizar la soberanía energética al margen de los acuerdos comerciales entre Ecopetrol con Pdvsa