El luchador brasileño y campeón mundial de jiu-jitsu Leandro Lo falleció a los 33 años tras recibir un disparo en la cabeza en un club de Sao Paulo presuntamente efectuado por un policía militar, que se entregó a las autoridades.
Los detalles del asesinato
El ocho veces campeón mundial de artes marciales estaba en estado irreversible, con muerte cerebral, luego de recibir el domingo un disparo “a quemarropa” de parte de un policía con el que había discutido, contó bajo condición de anonimato un amigo de Lo y testigo al sitio ‘G1’.
El presunto autor del crimen, quien huyó del lugar donde ocurrieron los hechos, se presentó en una sede de la Policía Militar horas después y fue detenido de forma preventiva.
El teniente Henrique Otavio Oliveira Velozo, oficial de la Policía Militarizada de Sao Paulo y de 30 años, se presentó ante sus superiores en la Corregiduría de la corporación e inmediatamente fue arrestado como sospechoso del crimen ocurrido en la madrugada de este mismo domingo.
La detención fue realizada en cumplimento de una orden dictada por el Tribunal de Justicia de Sao Paulo y que pidió que se le arreste provisionalmente por 30 días mientras se le investiga como principal sospechoso del asesinato del campeón mundial.
De acuerdo con la Policía Civil, Oliveira Velozo fue conducido a una comisaría para rendir testimonio en la calidad de sospechoso y posteriormente será trasladado a un presidio especial para agentes de la fuerza pública.
El homicidio ocurrió en la madrugada de este domingo en el exclusivo Club Sirio, en la zona sur de Sao Paulo, la ciudad más grande de Brasil, a donde el deportista había acudido con amigos para disfrutar de una presentación de un grupo de música popular en una fiesta.
De acuerdo con testigos, el luchador discutió por razones aún no esclarecidas con un hombre al parecer ebrio y al que inmovilizó con una llave de brazo típica de artes marciales en un intento de calmarlo. Una vez se vio libre, el agresor sacó un arma y el propino un tiro en la cabeza al campeón mundial.
Lo llegó a ser trasladado a un hospital, en donde se le diagnosticó la muerte cerebral. Pese a que huyó de la escena del crimen, el supuesto agresor, que estaba vestido de civil y disfrutaba de su día de descanso, fue identificado por testigos y con la ayuda de las cámaras de seguridad.
Según versiones de prensa, el acusado ya tenía antecedentes por actos de indisciplina, por haberse inmiscuido en una discusión y agredido a otro policía en un incidente ocurrido en un bar de Sao Paulo.
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‘Me está faltando un pedazo de mí’
El cuerpo de Lo será enterrado este lunes en un cementerio en el sur de la capital paulista.
Fátima Lo, madre del deportista, dijo que el policía conocía a su hijo. “Esa persona
lo conocía, porque también practica jiu-jitsu (…) Fue ahí para eso (para matarlo), sin dudas, pero no sabemos por qué”, dijo a ‘TV Globo’.
“Mi héroe, lindo de mamá. Tú fuiste un regalo de Dios en mi vida. Voy a sentir tanto tu falta. Me está faltando un pedazo de mí. Te amo eternamente, hijo amado. Guardaré mis buenos recuerdos contigo. Me hacía sentir la madre más amada del mundo. Muchas gracias por tu amor y tu cuidado. Te amo mucho, nostalgia eterna”, apuntó en su cuenta de Instagram Fátima Lo.
La Federación Internacional de Jiu-Jitsu Brasileño (IBJJF) lamentó en redes sociales el fallecimiento del luchador: “Fue uno de los mayores deportistas que ha producido nuestro deporte. Un ejemplo de atleta (…) un campeón dentro y fuera de los tatamis”.
Con raíces en el judo japonés, el jiu-jitsu brasileño se desarrolló en el país sudamericano a principios del siglo XX y es uno de los deportes de contacto completo más populares, ocupando un lugar destacado en las competiciones de artes marciales mixtas
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*Con EFE y AFP
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