¿Por qué los embalses llenos no hacen bajar las tarifas de energía? – Sectores – Economía


Las altas tarifas de la energía eléctrica se han convertido en un dolor de cabeza para todos los colombianos. Según el Dane, en los últimos 12 meses hasta noviembre, los precios se han incrementado 25,77 por ciento, y los habitantes de los departamentos de la región Caribe son los que más están pagando.

Desde el Congreso de la República se ha cuestionado fuertemente que las tarifas sigan estando altas a pesar de que el nivel de los embalses que se usan para la generación de energía hidroeléctrica ha estado en máximos históricos de los últimos 20 años, como ocurrió en noviembre pasado, cuando cerraron en 87,1 por ciento, debido a la prolongada temporada de lluvias que se registró en el país.

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Incluso, en septiembre, el presidente Gustavo Petro fue una de las personas que cuestionaron esta situación. “¿Puede aumentar el pago por servicio de electricidad cuando los embalses están llenos y es temporada de muchas lluvias?”, escribió en su cuenta en Twitter, y aseguró que pediría explicaciones de este “comportamiento extraño”.

Que el 66 por ciento de la energía que se consume actualmente en el país se genere con agua –el 33 por ciento restante lo producen las térmicas– y que los embalses estén llenos lleva a que muchas personas piensen que los precios deben bajar inmediatamente; sin embargo, esto no funciona así por varios aspectos.

Uno de ellos es que el precio por kilovatio hora, que se paga a través de la factura, es la suma de los seis componentes que hacen parte de la cadena de la energía: generación, distribución, comercialización, pérdidas, transmisión y restricciones.

¿Puede aumentar el pago por servicio de electricidad cuando los embalses están llenos y es temporada de muchas lluvias?

La generación es la que más pesa –más del 35 por ciento– y su costo actual incluye los precios que se pactan a través de contratos y en la Bolsa de Energía, administrada por XM. De acuerdo con Acolgén, las contrataciones bilaterales entre generadores y comercializadores cubren, aproximadamente, el 80 por ciento de la electricidad que se consume en el país, y tienen precios que se pactaron hace dos o tres años.

En este punto también es importante tener en cuenta que, según datos de XM, en noviembre el precio promedio de la energía transada en contratos para atender la demanda del consumo residencial y pequeños negocios (mercado regulado) fue de 281,97 pesos por kilovatio hora, un 7,68 por ciento más alto frente al mismo mes de 2021.

Para cubrir el 20 por ciento restante de la demanda, Julián Rojas, profesor de cátedra de la Universidad del Rosario, explicó que los comercializadores acuden a la Bolsa de Energía, donde las empresas generadoras ofertan la energía que tienen disponible. Allí se maneja un costo diferente al de los contratos, pues lo fija la última planta que queda elegida para abastecer el consumo del día siguiente.

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Esta elección se hace dependiendo del precio que ofrecen, de menor a mayor. Por lo tanto, típicamente, las hidroeléctricas están de primeras en la lista porque es la energía más barata. Después siguen las de carbón, gas natural y, por último, las de líquidos (fueloil o diésel), que son las más costosas.

Normalmente, cuando los embalses están llenos el precio de la electricidad tiende a bajar, pero si hay escasez de agua –como pasa en un fenómeno del Niño–, empieza a subir, porque aumenta la disponibilidad de las térmicas y disminuye la de las hidroeléctricas.

El mercado eléctrico colombiano se basa en ofertas de precios y no en los costos de las empresas, como ocurre en otros mercados.

Sin embargo, también se debe tener en cuenta que el precio de la energía que se oferta en bolsa lo define cada generador. “El mercado eléctrico colombiano se basa en ofertas de precios y no en los costos de las empresas, como ocurre en otros mercados. Esto es complejo en las plantas hidroeléctricas porque es muy difícil valorar el costo del agua”, dijo el docente.

En octubre pasado, la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios les pidió explicaciones a Isagén, Enel, EPM, Celsia y Chivor por los incrementos en el valor del kilovatio ofertado en la Bolsa de Energía. Cada una respondió y ahora se está analizando la información y producto de esto podrían salir acciones de control a estas empresas.

Teniendo en cuenta lo anterior, el experto explicó que así los embalses estén en máximos históricos, los precios no van a bajar considerablemente porque el 80 por ciento de la energía que se entrega hoy en día refleja una situación pasada y solamente un 20 por ciento tiene en cuenta el precio en bolsa, que el 26 de diciembre era de 440,06 pesos por kilovatio hora. Incluso, “si por alguna razón el precio en bolsa baja fuerte, eso no se verá inmediatamente en el recibo de la luz“, agregó.

Entonces, ¿para qué sirve tener los embalses llenos de agua? Cuanto más alto esté el nivel de los embalses, hay menos riesgos de un apagón en Colombia, como ocurrió en 1992. “Los embalses llenos, más allá de significar una baja en los precios de la electricidad, son una garantía para que el próximo año, si llega un fenómeno del Niño, los colombianos no se queden sin energía“, manifestó Julián Rojas.

Además, esto ayuda a que los nuevos contratos entre los generadores y los comercializadores se firmen a precios más bajos, los cuales se verán reflejados en las tarifas de energía eléctrica que estarán vigentes en varios años hacia adelante. Típicamente, en Colombia no se firman contratos a más de cinco años.


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