Selección Colombia femenina: eliminación del Mundial, por Gabriel Meluk – Fútbol Internacional – Deportes

¡Prueba superada! Así, como en el viejo concurso de TV, la Selección Colombia femenina juvenil de fútbol logró su objetivo en el Mundial de Costa Rica, del que fue eliminada el sábado, en cuartos de final. La muy probable derrota del sábado 1-0 contra Brasil y la consecuente eliminación no empañan el logro del equipo dirigido por Carlos Paniagua y refleja dos cosas: una, que el equipo fue de más a menos en el torneo supliendo con coraje y trabajo su falta de fluidez ofensiva. Y, dos, que por lo menos en esta categoría y frente a estas rivales, jugó mano a mano.

Pasar la fase de grupos era el objetivo y se cumplió con la clasificación como primera de grupo, cuando el cálculo era ser segundas, por debajo de la superfavorita Alemania, que sorprendentemente resultó eliminada en primera fase y derrotada por Colombia (1-0) en el debut.

Aguerrida y ordenada 

Selección Colombia Femenina Sub-20

Selección Colombia Femenina Sub-20

En la segunda fase el pronóstico cumplido era que enfrentaría a España o Brasil y que, como pasó, pues lo más probable era que hasta ahí las llevara el río.

Esta Selección, que además empató contra México (0-0) y Nueva Zelanda (2-2) pasando aceite en los segundos tiempos, fue aguerrida, ordenada en defensa, fuerte, física y valiente. La lucha y la entrega fueron sus principales marcas, sus mejores armas.
El problema, sin embargo, estuvo adelante: en la generación de juego, por lo tanto de opciones en volumen, y en la definición, y eso que las estrellas del equipo eran (y son) Linda Caicedo y Gisela Robledo, las referencias en punta. Colombia no tuvo una enlace, una armadora. Liced Serna estuvo siempre más preocupada por formar la línea de cuatro en el medio, por la tarea ‘táctica’.

La crisis de generación de juego fue tal que Linda Caicedo, la sensación del equipo, fue retrasada para asumir ese rol. La alejaron del arco.

Problema de ataque 

La fórmula de ataque real de este equipo era que cualquiera la tirara larga para que Linda o Robledo resolvieran como pudieran. Y así fue como Linda solo pudo anotar dos veces y en el mismo juego (los goles del 2-2 contra Nueva Zelanda) y Robledo, voluntariosa y luchadora, se fue en blanco porque estuvo equivocada en la definición y en la mayoría de decisiones que tomó: cuando debió pasarla, remató; cuando debió disparar, gambeteó, y cuando debió jugar la individual, la pasó… Corrió mucho y lo intentó siempre. Por eso pareció que hubiera hecho más de lo que realmente hizo, que en plata blanca fue poco. Ellas dos, las cartas de gol, no tuvieron alimentadora. Grave.

Colombia vs. Brasil

El salto de Natalia Giraldo para evitar que Luany anote para Brasil.

Foto:

Ezequiel Becerra. AFP

En los cuatro partidos del Mundial, la portera Natalia Giraldo cumplió. Fue una de las más destacadas a pesar de recibir críticas por chiquita (1,67 metros de estatura). La realidad es que lo hizo bien. Con ella, aprobaron las centrales Kelly Caicedo y Ángela Barón (la falta penalti contra Brasil fue más un ‘accidente de trabajo’) y la lateral Guzmán y la capitana Reyes se destacaron por su capacidad física y tenacidad.

Quedó la sensación de que quizás se le pudo empatar a Brasil, pero con el 1-0 antes del descanso, más allá de la obvia reacción de Colombia por el empate, pues Brasil asumió posiciones más defensivas y esperó más. Con todo y eso, las opciones de gol más importantes en ese segundo acto fueron de Brasil.

Puede que suene a consuelo, a que se jugó como nunca y se perdió como siempre, pero es real que la Selección femenina juvenil logró su meta, jugó de igual a igual y el resultado y la presentación general fueron buenas, así hayan faltado creación y ataque, no obstante tener a Linda y a Gisela. Por eso, aunque no se pudo contra Brasil, hay que cantar con Charly García que “la alegría no es solo brasilera”. ¡Prueba superada!

Meluk le cuenta

GABRIEL MELUK
Editor de Deportes
@MelukLeCuenta

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