El dibujo del abrazo entre un león y un pato fue la original manera en que el candidato ultraliberal a la Presidencia argentina, Javier Milei, reflejó en sus redes el apoyo expresado por la excandidata de Juntos por el Cambio (centroderecha), Patricia Bullrich, para la segunda vuelta electoral en Argentina, que se celebrará el 19 de noviembre, contra el oficialista Sergio Massa.
Sin embargo, mientras Bullrich ofrecía una rueda de prensa en Buenos Aires para anunciar el apoyo expreso a la candidatura de Milei, al que se le sumó el expresidente Mauricio Macri, la Unión Cívica Radical (UCR), partido integrante de la coalición opositora Juntos por el Cambio, se desligó de Bullrich y Macri asegurando que no “apoyará a ningún candidato” en la segunda vuelta.
La arriesgada jugada de Macri y Bullrich, quienes cenaron la noche del martes con Milei y su hermana, Karina, mejor conocida por ‘El jefe’, no solo despertó el rechazo de los altos mandos de la UCR, sino que provocó una grieta en Pro, el partido que fundó Macri y que gobierna la ciudad desde 2007.
El candidato presidencial por la Alianza La Libertad Avanza, Javier Milei.
“Me parece muy mal. Tanto Patricia Bullrich como Mauricio Macri son los grandes responsables de poner en riesgo a JxC”, advirtió el presidente del Comité Nacional de la UCR, Gerardo Morales, quien agregó que ambos “están afuera de la coalición”.
Aunque la exministra de Seguridad reconoció que tenía “diferencias” con el economista libertario, apuntó que ni ella ni Luis Petri, su compañero en la fórmula presidencial que concluyó tercera en las elecciones celebradas el domingo, podían ser “neutrales” en el balotaje.
Bullrich confesó que se reunió con Milei para “perdonarse” –en la campaña la acusó de “poner bombas en jardines de infantes”, por lo cual la excandidata lo denunció penalmente por esas declaraciones– y negó haber cerrado “un pacto” o “acuerdo de gobierno” con él.
Y es que en busca de apoyos para la segunda vuelta, Milei propuso esta semana sumar a Bullrich a un hipotético gobierno suyo. También dijo que ofrecería un cargo al Frente de Izquierda.
El analista político Sergio de Piero, de la Universidad de Buenos Aires, consideró que la posición de Bullrich “es esperable, pero incomprensible”. “Confunde a los votantes de Bullrich. Habrá que ver si aceptan votar por Milei. Pero sobre todas las cosas desconcierta a los propios votantes de Milei. Hay que ver si aceptarán el giro. Ahora es otro Milei”, señaló.
Con su decisión, Bullrich, que sumó el 23,83 por ciento de los votos en las elecciones del domingo pasado, aspira a hacerle contrapeso al candidato de Unión por la Patria (peronismo gobernante), Sergio Massa, que se impuso con un 36,28 por ciento de votos, por delante del líder de La Libertad Avanza, Javier Milei (29,98 por ciento).
Javier Milei (Izq.), Patricia Bullrich (C) y Sergio Massa (Der.).
Pero de no darse el resultado, su futuro político se vería seriamente comprometido.
En especial, luego de que Sergio Massa, actual ministro de Economía del gobierno del presidente Alberto Fernández, cuya vicepresidenta es la también exmandataria Cristina Kirchner, logró liderar en la primera vuelta por encima de Milei, quien llegó como el favorito de los sondeos.
La aglutinación del voto del peronismo, la fuerza política creada hace casi ocho décadas por el general Juan Domingo Perón y que hasta hoy sigue gravitando sobre el sistema político argentino, sumado al camaleonismo político de Massa le han permitido distanciarse del kirchnerismo y hacerle un contrapeso a La Libertad Avanza, el partido de Javier Milei, que no está consolidado en las provincias y carece de suficiente representación en el Congreso de la Nación para implementar un programa electoral.
De ahí la necesidad del libertario de encontrar apoyos tras los resultados de las elecciones del domingo, que también renovaron parcialmente el Congreso y no dejaron a ninguna fuerza con la mayoría parlamentaria.
Juntos por el Cambio quedó como segunda fuerza, con 24 senadores y 93 diputados, por detrás de la oficialista Unión por la Patria (peronismo de centro-izquierda), con 72 senadores y 108 diputados. La Libertad Avanza, de Milei, pasó de tener tres diputados, elegidos hace dos años, a un total de 38 representantes en la Cámara Baja y 8 escaños en el Senado.
No obstante, las propuestas más radicales de Milei son las que mantienen el temor de muchos votantes, que ahora sortearán unas agitadas semanas.
REDACCIÓN INTERNACIONAL
EL TIEMPO