El año que acaba fue relativamente positivo para la administración de Claudia López en términos de gestión. Para empezar, logró sacar adelante varios proyectos que estaban en la agenda, tales como la financiación de la calle 13, la segunda línea de Metro, la incorporación de Bogotá a la Región Metropolitana, el POT, el cupo de endeudamiento, el componente urbano del Regiotram de Occidente, la puesta en marcha del operador la Rolita y la extensión del cobro por parqueo en vía. Por citar algunos ejemplos.
En lo social logró consolidar su apuesta de las manzanas del cuidado, al igual que el programa jóvenes a la U con el otorgamiento de más de 17.000 becas de formación y educación superior.
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A pesar de lo anterior, después de la pandemia, Bogotá ha desmejorado en los indicadores de pobreza, donde 1 de cada 3 bogotanos es pobre. Siendo los migrantes venezolanos, la primera infancia y mujeres cabeza de familia quienes registran la mayor tasa de incidencia. En relación con la pobreza multidimensional, las variables de rezago escolar, desempleo de larga duración y el trabajo informal siguen registrando valores altos en la ciudad.
Y es que el hambre es un problema que afecta a muchos bogotanos, donde hay que prestarles más atención a los temas de desnutrición en la primera infancia. A primer semestre de este año se contabilizaron 4.108 casos de desnutrición aguda. Igual sucede con los indicadores de bajo peso al nacer, donde es posible que este año registre la tasa más alta de la ultima década.
En temas de salud la ciudad no puede bajar la guardia. Los indicadores muestran con preocupación incrementos en los problemas de salud mental y suicidio, en particular, en población joven. Al igual que los casos reportados por abuso de sustancias psicoactivas.
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Una realidad que está afectando los entornos escolares y la percepción de seguridad en muchos barrios de Bogotá.
Las cifras muestran que la situación de seguridad ciudadana se ha deteriorado por el uso de armas de fuego y el atraco con violencia e intimidación. Sumado a que, hoy por hoy, los homicidios por sicariato, superan a los homicidios por riñas en Bogotá. Una tendencia reciente de los últimos años. Basta recordar los cadáveres hallados en bolsas. Aun así, Bogotá logró bajar la tasa de homicidios y es posible que el 2022 cierre con valores inferiores al año pasado.
Caso contrario se observa en los casos de lesiones personales y la violencia intrafamiliar, esta última registra un incremento del 25 % con relación al 2021.
Aunque son destacables los resultados en la disminución del hurto a residencias, automotores, motocicletas y bicicletas, no se puede decir lo mismo del hurto a personas. Al 30 de noviembre se contabilizaban 114.332 hurtos, 16 % más que el año pasado. Un problema que va más allá de aumentar el pie de fuerza de la policía y mejorar las competencias de investigación criminal, pues hay fallas en el proceso de judicialización de delincuentes y hasta en el mismo sistema penitenciario.
(Además: Catastro Bogotá: estos son los servicios que presta la ventanilla única).Los casos de hurtos por cosquilleo en TransMilenio no ceden, así como los atracos colectivos en el SITP. Tampoco el vandalismo a estaciones durante las protestas. Hechos que opacaron los cambios en la renovación de la flota, la ampliación de estaciones, el desmonte del SITP provisional y el fin de la guerra del centavo.
Ni qué decir de los colados, que se duplicaron en tres años. Prácticamente 1 de cada 3 usuarios no paga. Una problemática que termina deteriorando aún más la estabilidad financiera del sistema.
Y es que en materia de movilidad han existido muchos anuncios, pero pocos resultados inmediatos para resolver la congestión vehicular. A tal punto que el parque automotor no para de crecer a pesar de la congestión vial y las nuevas medidas para el pico y placa. La gestión de tráfico sigue siendo débil, al igual que las campañas para reducir los siniestros viales de motociclistas. Este año aumentó un 26 % el numero de motociclistas fallecidos. Lo peor de todo es que la mayoría de los peatones están muriendo como consecuencia de un accidente contra una moto.
Ad portas del año final de Claudia López, hay avances en términos de gestión de muchos proyectos de infraestructura, pero los ciudadanos reclaman resultados en otros frentes donde los indicadores no muestran los cambios significativos que se prometieron en campaña.
ÓMAR ORÓSTEGUI
Director de Futuros Urbanos
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