‘La inclusión financiera requiere de un enfoque de género’ – Finanzas Personales – Economía


Virginia Woolf en su ensayo Una habitación propia (1929) defendió la búsqueda de la independencia económica de las mujeres y un espacio exclusivo para escribir. Ese era su caso por su actividad, pero bien podría aplicarse a otras ocupaciones de mujeres, quienes no contaban con un lugar para dedicarse a sus pasiones y tampoco disponían de dinero para hacerlo.

Cuando la autora inglesa escribió ese libro, en Colombia, por ejemplo, las mujeres no tenían derecho sobre sus propios bienes, por lo que necesitaban del consentimiento de sus padres o esposos para disponer de su dinero. Este reconocimiento en el país llegó en 1932, abriendo la puerta a esa búsqueda de independencia económica de las mujeres.

Años antes de esa ley (la 28 de 1932), las mujeres trabajaban, pero en unas condiciones de precariedad y abuso, que poco contribuía a su autonomía económica, definida por la Cepal como “la capacidad de las mujeres de generar ingresos y recursos propios a partir del acceso al trabajo remunerado en igualdad de condiciones que los hombres”.

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En España, sólo a partir de 1975 las mujeres tuvieron derecho a crear una cuenta bancaria y gestionar su dinero a través de una institución financiera. Siendo esta posibilidad un motor para administrar los recursos propios. 

Los servicios financieros pueden ayudar a las mujeres a reafirmar su poder económico y a promover la igualdad de género

“Los servicios financieros pueden ayudar a las mujeres a reafirmar su poder económico y a promover la igualdad de género brindándoles herramientas indispensables para trabajar por su cuenta, acumular activos y tener mayor participación en la toma de decisiones”, destacó The Consultative Group to Assist the Poor, en 2018. 

En 2022, en Colombia, mientras un 40 % de los hombres contaba con una cuenta de ahorros, solo un 30 % de las mujeres manifestó tener este producto, según un estudio de Credicorp. Las brechas son parecidas para tarjetas de crédito, préstamos, entre otros servicios, y productos financieros. 

EL TIEMPO habló con Sandra Hernández, ejecutiva senior de Desarrollo de Negocios de Temenos Latinoamérica, una empresa que desarrolla software para entidades bancarias a nivel mundial, sobre la inclusión financiera con perspectiva de género, para seguir cerrando esas brechas e impulsar más la autonomía económica de las mujeres.

¿En los últimos años, cómo ha crecido la inclusión financiera de hombres y mujeres en Latinoamérica?

La transformación digital en el sector financiero y bancario ha sido un catalizador y ha permitido una mayor penetración en el acceso y uso de servicios financieros en todo el mundo. Y esto lo vemos reflejado en algunas estadísticas que han publicado el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el BID. Por ejemplo, en 2021, el 76 por ciento de los adultos en todo el mundo ya contaba con una cuenta bancaria o de una institución financiera como neobancos, FinTechs (tecnología financiera) o con un proveedor de dinero móvil. En 2017, la cifra era del 68 % y, en 2011, del 51 %. Ahora miremos a Latinoamérica, donde la población no bancarizada pasó de un 55 a un 41 % entre 2020 y 2021. Colombia ha sido uno de los países con mayor progreso en la inclusión financiera por el aceleramiento de las nuevas FinTech, un aporte importante en este renglón lo han hecho Dale, Daviplata y Nequi.

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¿Cómo se explica este crecimiento en la bancarización?

La pandemia impulsó esto y ahora la bancarización digital es una tendencia que llegó para quedarse. A raíz de lo que pasó con el covid-19 y las medidas adoptadas, se abrieron 40 millones de cuentas nuevas de servicios financieros en la región para los beneficiarios de los programas de subsidios dados por los gobiernos. Igualmente acá hay que contar la digitalización de cuentas y productos bancarios para el pago de pensión de los jubilados, quienes hace unos años tenían que hacer fila para reclamar su pensión. Hoy en día la reciben a través de bancos. Un indicador de esto también es que en el último año, un promedio del 15 % de la población adulta en la región, hizo pagos de servicios básicos a través de una cuenta bancaria por primera vez en su vida.

Las mujeres estamos por debajo 10 puntos de esa bancarización en comparación con los hombres en Latinoamérica y el Caribe

¿Cómo están las mujeres versus los hombres en la bancarización digital?

Las mujeres estamos por debajo 10 puntos de esa bancarización en comparación con los hombres en Latinoamérica y el Caribe. Por otra parte, quisiera compartir lo que arrojó un estudio de la Corporación Andina de Fomento, realizado en siete países de la región, en el que encontraron diferencias en el comportamiento financiero entre hombres y mujeres. Nosotras tendemos a tener menos confianza en asuntos financieros, más aversión al riesgo y más capacidad de ahorro por medio de mecanismos informales. También el estudio recalca que las mujeres, al asumir el mayor grueso de las tareas domésticas, suelen tener menos tiempo libre para buscar nuevas oportunidades económicas.

Podría detallar cómo están las brechas entre hombres y mujeres…

De acuerdo con un informe la CAF, solo el 49 % de las mujeres tiene una cuenta bancaria, el 11 % ahorra y el 10 % dispone de crédito. Valores que para los hombres son 54 %, 16 % y 13 %, respectivamente, de ahí los 10 puntos que comentaba. Gobiernos, banca, instituciones de microfinanzas y privados siguen trabajando por mejorar la inclusión financiera de las mujeres, tema en el que persisten grandes desafíos en el camino hacia la equidad, especialmente para las mujeres rurales. Y ahí entran los neobancos, FinTehcs, que han ayudado a acortar esas brechas.

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¿Qué se puede hacer para cerrar más las brechas?

Desde Temenos vemos tres ejes en los que se puede contribuir: medidas de acceso, medidas de financiación y educación financiera. Me centro en este último punto, que es importante para la inclusión financiera de mujeres. Primero, se deben enseñar conceptos financieros básicos, por ejemplo, cuáles son los productos y servicios financieros, solicitar crédito, planeación de pagos de deuda a corto, mediano y largo plazo, financiación de la deuda. Es decir, enseñar todo sobre gestión de las finanzas personales. Los asesores comerciales están saliendo de las oficinas y visitando municipios para explicar cómo funcionan Dale, Nequi, Daviplata, para dar nociones sobre ciberseguridad, cómo prevenir el fraude, proteger la cuenta, entre otros aspectos.

¿Y qué se está haciendo para acercar las entidades a las mujeres y estas puedan hacer sus diligencias?

Además de Dale, Nequi y Daviplata se han ampliado las ofertas no solo de sucursales remotas, sino de entidades como Efecty, Baloto, remesarados, entre otras que ayudan a acortar los desplazamientos de las mujeres para hacer esas diligencias, que antes debían viajar a otros municipios, incluso a ciudades capitales para recibir servicios financieros. La ampliación de esta oferta también responde a que el efectivo ya no representa la mayoría de los pagos en la economía formal. Esta modalidad ha caído a un 36 %.

Justo en la semana que se conmemoró el Día de la Mujer, el Foro Económico Mundial informó que faltan 132 años para cerrar las brechas de género. ¿Falta tanto tiempo para cerrar la brecha en la bancarización y bancarización digital de las mujeres?

Creo que nos va a pasar lo mismo que “el problema de la última milla”. Sí, hemos mejorado las estadísticas, han crecido los números de mujeres bancarizadas, pero no vemos que lleguemos a la igualdad. Hay que enfocarnos en terminar de recorrer la última milla y se necesita de la acción, en principio, de los gobiernos.

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Hay que enfocarnos en terminar de recorrer la última milla y se necesita de la acción, en principio, de los gobiernos

¿Las FinTech pueden seguir impulsando la independencia económica de las mujeres?

Sí y justamente organizaciones y entidades financieras están diseñando programas específicos para las mujeres, de acuerdo con sus segmentos. Háblese de agricultura, manufactura, tercerización, entre otros. Se trata de entender sus procesos, cadena de valor, ciclos de producción, con el fin de brindar el servicio y producto adecuado para cada una.

Más mujeres en el sector, en cargos de decisión y diseño de programas, impacta positivamente a sectores que necesitan servicios especiales, como las mismas mujeres. ¿Qué tanta es la presencia de las mujeres dentro de las empresas financieras?

Voy a hablar específicamente de Temenos, que emplea a 8.000 personas en 39 países. Un 35 % de la fuerza laboral somos mujeres. Y el número de mujeres en puestos gerenciales, junior, medio, senior va de la mano con ese porcentaje. Específicamente el 40 % de los cargos de alta dirección somos mujeres. La brecha se ha venido acortando y vamos incrementando la presencia de mujeres. En la industria tecnológica, por ejemplo, las mujeres ocupan entre un 20 y un 25 % de los trabajos.

NATALIA TAMAYO GAVIRIA
Redacción Domingo
En Twitter: @nataliatg13 

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