Millonarios le dio un doble golpe a Nacional: primero, en el cuadrangular, al conseguir una inobjetable e, incluso, corta victoria en el estadio Atanasio Girardot, frente a 23.053 espectadores. Y luego, el psicológico, a tres días de que se enfrenten en El Campín, en el juego de ida de la final de la Copa Colombia.
El primer tiempo fue un solo de Millonarios, que manejó los ritmos del partido como quiso, pero que no sacó la ventaja que mereció. Fue apenas un gol el que pudo anotar, en una jugada de cuatro toques que acabó con un pase largo de Mackalister Silva y un toque de Daniel Cataño, en el minuto 19.
El equipo que dirige Alberto Gamero perdonó demasiado a un Nacional que, con el paso de los minutos, cayó en el desespero, atacó sin orden y dejó espacios para que Millonarios atacara cada vez que podía.
Se lo perdió Silva, mano a mano con el portero Kevin Mier, quien, además, tuvo una atajada brillante tras un remate desde afuera del área de Juan Carlos Pereira. Y también se lo perdió increíblemente Leonardo Castro, a quien dejaron de frente al arco para meter el segundo y remató por encima.
En el segundo tiempo, Nacional quiso sacudirse de ese dominio y el DT Jhon Bodmer se la jugó. Sacó un volante de marca, Jhon Duque, que pegó mucho, y metió a Dorlan Pabón, y refrescó la banda con la entrada de Brahian Palacios por Yair Mena, tratando de aprovechar la zona de la defensa azul que parecía más vulnerable, la izquierda.
En el arranque de la segunda etapa llegaron los mejores minutos de Nacional en el partido, pero, otra vez, sin generar mayor peligro, más allá de una atajada de Montero a un remate de Pabón. Y Millonarios, después, comenzó a calcar su dominio de la primera etapa, mientras alcanzaba el aire de Cataño, que se fue apagando.
El movimiento de ajedrez de Gamero fue, primero, refrescar las bandas buscando velocidad: sacó a Silva y a Cataño y metió a Beckham Castro y a Édgar Guerra. Y luego reformó el dibujo, al armar línea de tres centrales, con Jorge Arias al lado de Llinás y Vargas, que tuvo un segundo tiempo brillante.
Ese movimiento llegó justo cuando Nacional decidió jugar con doble ‘9’, con la entrada del venezolano Eric Ramírez por ‘Tatay’ Torres.
Nacional se chocaba contra un muro y cada vez que Millonarios agarraba la pelota el riesgo de un segundo tanto en un contragolpe era enorme. Incluso, Fernando Uribe anotó desde afuera del área bañando a Mier, pero la jugada fue invalidada con ayuda del VAR, por fuera de juego del atacante, que había entrado por Leo Castro.
Una atención del cuerpo médico de Millonarios a Montero, tras un choque con Edier Ocampo, había hecho detener el juego y por eso, el árbitro Nicolás Gallo dio diez minutos de reposición. En estas instancias, como si fuera un partido completo. Y Nacional estuvo a punto de sacarle jugo con un remate de media distancia de Ramírez que pegó en el poste.