Santa Fe quedó en deuda en su primer partido con su hinchada en El Campín, después de haber sacado dos empates como visitante, en Montería y Medellín. Flojo en ataque y expuesto en defensa, perdió 0-2 con Deportivo Pasto y dejó muchas cosas para revisar.
Con el regreso de Harold Rivera a Bogotá como técnico de Santa Fe, tras haber afrontado los dos primeros partidos como visitante, el equipo solo tuvo tres caras nuevas con respecto al plantel del año pasado, sin contar el retorno de Kelvin Osorio.
Fabián Viáfara, como lateral derecho, hizo un buen tándem con Jersson González saliendo por la banda derecha. Julián Millán hacía un partido correcto, hasta que llegó la jugada que terminó definiendo el partido. Iván Rojas, el volante central, alternó buenas y malas y sufrió en el segundo tiempo con la velocidad de lso atacantes rivales.
Santa Fe le apostó a algunos remates de media distancia y a tratar de abrir el juego por las bandas, pero sin generar demasiado peligro cerca de la portería de Diego Martínez.
Harold Rivera, DT de Santa Fe
Pasto supo cuidar sus espacios, atacó cuando pudo y metió sustos también cuando pudo, aunque tampoco sin ser muy exigente para el arquero José Silva.
De la ilusión de Rodallega a la decepción por el juego
La entrada de José Enamorado en el intermedio, en lugar de González, parecía darle otro semblante a Santa Fe, y luego, cuando Rivera padre decidió hacer entrar a Hugo Rodallega, vinieron algunos minutos de emoción en medio de una noche fría: la primera pelota que tocó, de primera intención, exigió al portero Martínez. Y luego, José Aja tuvo una jugada casi igual, con el mismo resultado, arquero como figura.
Cuando el partido parecía inclinarse del lado rojo, una mano de Julián Millán, cuando intentó barrerse para cortar un centro, fue sancionada como penalti, correctamente, por el joven árbitro Luis Delgado. Edwar López dejó sin opción a Silva con un remate muy ceñido al palo de su mano izquierda.
Santa Fe sintió el golpe y entró en el desespero, en el juego y en la actitud, al punto de quedar expuesto a la velocidad de un equipo que se tomó confianza para tratar de aumentar la ventaja.
Par completar, en el minuto 90, a Aja se le fue la lengua con Delgado, que le mostró la tarjeta roja directa, y ahí, Pasto encontró el ánimo y el espacio para hacer lo que quiso. La expulsión marca un precedente muy complicado para Santa Fe: no ha terminado ningún juego con 11: Christian Marrugo fue expulsado en Medellín y Kelvin Osorio, en Montería.
Flabio Torres, Rionegro Águilas.
Archivo / EL TIEMPO
Así, en el tercer minuto de reposición, la defensa roja tuvo un regreso muy malo, el ecuatoriano Billy Arce (un jugador interesantísimo, que entró en el minuto 71 por Camilo Ayala), ganó la espalda y tocó al corazón del área y allí, Johan Campaña sentenció el juego con el 0-2.
Pasto no le ganaba a Santa Fe en Bogotá hace 16 años. En ese momento era el campeón colombiano y Carlos Rodas dejó en silencio a El Campín. Este martes venía goleado y preocupado. Ahora, el de los problemas es Santa Fe.
José Orlando Ascencio
Subeditor de Deportes
@josasc
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