La rendición de cuentas de Claudia López / Opinión – Bogotá


Días atrás, la administración distrital presentó el balance de los últimos tres años ante un auditorio lleno de funcionarios públicos, contratistas y seguidores.

Más allá de la cantidad de información que desde uno y otro sector se entregaba para tratar de demostrar, desde su perspectiva, los resultados del plan de desarrollo y su impacto en las políticas públicas distritales, eran pocos los indicadores de resultados en medio de muchos indicadores de gestión.

(Le puede interesar: Opinión | Sorpresas del Plan Nacional de Desarrollo (parte 1)
Omar Oróstegui Restrepo
)

Que se entregaron equis subsidios y apoyos, que se beneficiaron tantos hogares, que se desarrollaron un sinnúmero de estrategias para esto y aquello, y que se atendió una cantidad significativa de bogotanos en diferentes programas y proyectos por parte de tal secretaría o entidad distrital.

En medio de esta rendición de cuentas, vale la pena destacar la entrega de la segunda torre del hospital de Meissen en Kennedy, los 23 colegios construidos y el programa Jóvenes a la U, liderados por la Secretaría de Educación. En la misma línea hay que incluir el nuevo Comando de la Policía Metropolitana, el Centro Especial de Puente Aranda (Cespa) y el Centro Integral de Justicia Campo Verde. Mención aparte merecen la actualización del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) por parte de la Secretaría de Planeación; la entrada del operador público La Rolita, por TransMilenio, y el gran esfuerzo por ampliar el número de árboles a lo largo y ancho de Bogotá con el programa ‘Bogotá reverdece’, de la Secretaría de Ambiente.

(Lea también: Las sorpresas del Plan de Desarrollo (parte 2)

Pero son, tal vez, las manzanas del cuidado, el gran logro y seguramente el legado que dejará Claudia López a la ciudad, una idea interesante que se materializó a través del sistema distrital del cuidado donde convergen en 16 manzanas la oferta institucional para las mujeres bogotanas. Este modelo se ha consolidado como un ejemplo exitoso de política pública con enfoque poblacional con un alto componente de innovación. No en vano los reconocimientos que ha recibido a nivel mundial.

Ahora bien, aún persisten los frentes donde la ciudadanía reclama mayores y mejores resultados.

En movilidad hay muchos anuncios, pero pocos avances. La mayoría de las obras, incluidas las financiadas por valorización, presentan retrasos. La primera línea del metro no supera el 18 por ciento y se está enredando la entrega de los estudios y diseños finales. Además del otro frente que se abrió a causa del interés presidencial por modificar el trazado por uno subterráneo. El corredor verde sigue en ajustes después de tres años de espera. Ojalá el séptimo intento por resolver la congestión vehicular de la carrera 7.ª no se pierda en tantos debates políticos, porque si fueran técnicos, la discusión se centraría en el costo-beneficio de la obra en relación con el beneficio general.

(Le recomendamos: Obras de valorización, 5 años y pocos avances / Opinión)

En seguridad los indicadores de hurto a personas siguen al alza. El atraco con violencia e intimidación no da tregua a pesar del incremento del pie de fuerza y las inversiones en tecnología y cámaras de videovigilancia. Estos hechos afectan la percepción ciudadana en la materia, donde el estado y el desaseo en el espacio público también tiene una incidencia en la forma en que el ciudadano percibe la ciudad.

A 9 meses de finalizar el gobierno de Claudia López y ad portas de un debate electoral con muchos candidatos, es necesario reconocer los aciertos y desaciertos de la actual administración y hacer una lectura crítica de las promesas de campañas para corregir lo que va mal y, por supuesto, darle continuidad a los esfuerzos que han demostrado que la solución a los problemas públicos va más allá de los cuatros años de un gobierno.

ÓMAR ORÓSTEGUI
Profesor Laboratorio de Gobierno-GobLab Universidad de La Sabana


Fuente