Santa Fe cae goleado por Pereira en Liga Betplay, resumen – Fútbol Colombiano – Deportes


¿Qué le pasó a Santa Fe? ¿Cómo fue que pasó del heroísmo en Barranquilla a la catástrofe en Pereira? ¿El anuncio de la partida del técnico Alfredo Arias fue un detonante de algo? ¿Detonó Santa Fe? Muchas preguntas en torno a un equipo que parecía crecido y este domingo se fue a la lona, goleado 5-1: una pesadilla. 

Santa Fe fue un equipo de mentiras. Una broma en defensa. Un chiste en el mediocampo. Un cruel silencio en el ataque. Si en Barranquila hizo su mejor partido, en Pereira equiparó sus méritos con el más malo. 

Pereira, un equipo alegre, voraz y con un ataque demoledor, lo hizo trizas. Agarró al león y lo peinó. Le fue dando golpes como azotes, uno, dos, tres, cuatro, cinco… Pudo haber un sexto para liquidar el poco orgullo cardenal que qeudaba, de por sí ya ultrajado. 

Santa Fe, quizá, venía corriendo con suerte. Con una defensa remendada salía airoso varias veces, sufría pero no tanto, fallaba pero no tanto. Pero Pereira destrozó con cinco tijerazos las costuras de esa zaga improvisada. Y todo, unas horas después de que el técnico Arias dijera que se iba, que al final de este torneo se marchaba, como si no quedara camino y obstáculos por delante. Como si para estos dos partidos Arias ya fuera un técnico ajeno, prestado. 

Solo el equipo sabrá si ese anuncio pegó adentro del grupo. Solo ellos lo sabrán y lo callarán. Pero la certeza es que este Santa Fe fue reducido a su mínima expresión. 

Pobre defensa 

Esa pobre defensa sufrió cada que ese tremendo ataque se iba al frente. Entre Castro, Muñiz y Berrío hicieron la fiesta. Pobre Sánchez, una roca realmente sembrada en el césped. Pobre Moreno, que vivió un drama en cada ataque matecaña. 

Pereira atacó desde el arranque, impuso sus condiciones, y los goles fueron llegando. Primero León de cabeza, luego Santa Fe pierde como perdió casi siempre en la salida, y gol de Berrío; después Fory, y el arquero Silva que ni mete las mano;, a continuación Castro,  pura velocidad y gran definición, y apenas iba el primer tiempo. Así, tan sencillo como se escribe, así fue en la cancha: todo fácil para Pereira. 

Santa Fe apenas logró un gol, una honrilla que no sirve para nada.  Un tiro libre de Neyder Moreno que con ayuda de la barrera desubicó al arquero Castillo.  

Y ya el quinto gol de Pereira fue la síntesis de esta pesadilla cardenal. Castro en el área, las puertas abiertas, nadie para meter un pie, nadie para estorbar, lo rodearon tres jugadores y ninguno hizo nada, Castro los atravesó  y anotó. 

Lo increíble es que Santa fe se despierta de la pesadilla u aún puede ir a la final y ser campeón. Ahora sigue el clásico, cuando el honor y el orgullo y la camiseta ya no se pueden exponer de una manera tan cruda. 

PABLO ROMERO
Redactor de EL TIEMO
@PabloRomeroET

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